"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

sábado, 3 de diciembre de 2011

Tirar a bulto

                ¡Bueno, venga, va!: La parte cómica de la hijuela: la palabreja “emprendedores”. Quizá se merezca un sillón en la Real Academia Española, en la salita de palabras y personajes huecos, o directamente en el salón de payasos de esa Institución (para que Pérez-Reverte no se encentre tan solo). Podríamos incluso acompañarla de la palabra “gobernanza” (y juntarle con Cebrián, que también es académico) o incluso la de “empresista”, palabro que he visto en los carteles de los, en el futuro, extintos Colegios de Titulares Mercantiles y que asocio a una especie de parásito (simbiótico) del capitalista al cuál le hace el trabajo sucio y, a cambio, come.

                   No sé si ya he comentado en este blog (si lo he hecho, permitidme, que como el abuelo Cebolleta, me repita) la profunda impresión que me produjo, estando tomando unas cañas con mi mujer, en el establecimiento que hay enfrente de mi casa cuyo nombre empieza por e y acaba por ele (vivo en barrio “enemigo”, oir a una tipa, de estética pepera (rubio de bote, pelo liso o alisado, pendientes de perlita, carita de Ana Mato (¿hay clínicas estéticas para ellas? Y, si las hay ¿sólo tienen un molde?) decir que su hijo lo tenía muy mal en este país porque aquí no se cuidaba a los “emprendedores” (más mimines a los emprendedores que diría la Chacón, empezando en este caso, obviamente, por su marido): entonces me dí cuenta de que, efectivamente, éste era el problema de este país: que “emprendedores” hay muchos, pero camioneros, fontaneros, carniceros, fruteros, arquitectos, gasolineros “y tal y tal”, hay pocos, tal vez ninguno.

                 Antonio Muñoz Molina (exfuncionario del Servicio de Aguas del Ayuntamiento de Granada) decía una ver en un artículo que la sociedad (incorrectamente, aclaraba) veía a los funcionarios como seres vagos, de habilidad indefinida”. No se me ha olvidado la definición porque jamás ví una descripción más certera de lo que yo soy, parecía que lo hubiera redactado pensando en mí. Parafraseando podemos decir que el “emprendedor” es un ser de habilidad indefinida y, por lo mismo, también un ser vago pues, de otra forma, hubiera aprendido un oficio (para ejercerlo como autónomo o como quiera). O bien es eso, o es que le da vergüenza decir a qué se dedica, como en el caso de Antonio Recio, prototipo del perfil socio-económico-laboral del “emprendedor” celtibérico, o más bien un escalón por encima, porque, al menos, él se define como “mayorista” aunque, eso sí, “no limpia pescado”.

                 La moda del “emprendedor” empezó, como no podía ser de otra manera, en los tiempos de la burbuja inmobiliaria que tan generosamente empezó a soplar el dueño del dedo que designó a nuestro futuro presidente del gobierno. En aquella época todo el mundo era un “bisnesman” dedicado al negocio inmobliario: Si su familia tenía un terreno a ver cómo se lo recalificaban, haciéndose amiguete del concejal o alcalde de turno. Si no lo tenía pero era “pispo” y con contactos en la autonomía se hacía “agente urbanizador”. Si trabajaba en un banco y tenía crédito fácil (o aún más facil que los demás) dedicarse a hacer “pases inmobiliarios” y si no trabajaba allí, pero tenía un amiguete que sí, a hacer “clubs de inversión”, o, en su defecto a abrir una inmobiliaria como antes se abría un videoclub. Si a uno le iba más lo gansteril, a juntar y dirigir cuadrillas de peones, a ser posible de inmigrantes, que exigen menos, y si gritan cuando les estás arrancando los huevos, nadie les hace caso bien porque son negros, bien porque no se les entiende lo que dicen...

               Bueno, pues a toda esa fauna que no sabía hacer la “o” con un canuto y que de actividad productiva estaban al nivel del “prota” de pretty woman (¡a ver si por fin la echan en televisión, que tengo ganas de verla!), con la diferencia de que el tal Gere lo reconocía (lo que no reconoce, el muy cabrón, es que no es actor)..., a toda esta fauna, digo, había que ponerle un nombre: y que mejor que “emprendedor”: se conoce que alguien, en su juventud, había leido algo de Julio Verne (¿capitanes intrépidos?) El término prosperó entre estos rufianes y aunque ahora les han “chapao” el chollo, la tropa sigue dando la tabarra con la falta de oportunidades, la necesidad de ayudas del gobierno, bajada de impuestos... Estos lo que quieren es una pensión (pública, "of course") por los servicios prestados.

             En León era muy conocido un personaje singular que se paseaba por el centro de la ciudad con un enorme redondel de cartón en el pecho (le ocupaba todo el cuerpo) en el que, imitando el logotipo de los movimientos antinucleares de la época, se leía: “Curas y monjas no. Que trabajen”. A ver si me lo presta un rato para ponérmelo, con el mensaje “Emprendedores no. Que trabajen”.



P.D. Ya sé, Hank, que tú no eres de ese grupo. Tú, al menos vienes de casta, como el galgo. Pero, por favor, no te etiquetes como emprendedor: ¡No me hagas el ridículo! Defínete más como “empresario”, que además casi rima con tu nombre.

16 comentarios:

  1. Llega el tercero de los torpedos, Hank... ¡Y casi roza tu Fab-lab! :)

    ResponderEliminar
  2. No estoy tan seguro de qué burbuja impulsó el término en España. De hecho, aunque ya existía de tiempo atrás, me inclino más por la puntocom ya que la inmobiliaria se asocia más con el concepto de "promotor", al que quizá deberías haber dedicado este artículo.

    Estoy de acuerdo en que ahora hay un abuso y, sobre todo, un mal uso del término por una cuestión de moda. Se ve que es más "cool" ser emprendedor pero emprendedor y empresario no son exactamente sinónimos. Se puede ser empresario y ser la antítesis del emprendedor y, aunque el camino más habitual del emprendedor es convertirse en empresario, no todos los emprendedores acaban siéndolo, al menos no con carácter permanente.

    ResponderEliminar
  3. A mi emprendedor siempre me recordó a mechero.

    Y es otra palabra del marqueting castizo que si le hubiese dado por el anglo pues vaya usted a saber que yo despues de ver el nombre de una recepcionista como "phone and door manager" me creo todo.

    Porque ver a mi familia autónomos todos de la venta ambulante con más de 40 años en la calle como emprendedores descojona. Si acaso empeñados en serguir trabajando.

    Y la moda sin duda apareció con las puntocom, para esos chavales estilo marc vidal pudiesen diferenciarse del empresario normal y pareciesen más que empresarios aventureros del negocio.

    Asi que lo ha adoptado todo kiski, sobre todo los autónomos de cualquier pelaje.

    ResponderEliminar
  4. Lo de la burbuja .com no formó a esta casta de "emprendedores": era más bien el primer efecto de la privatización de las compañías de telecomunicaciones, unido a tres o cuatro zangolotinos "de garaje" (estaba yo entonces de cherif del condado del chavalín de invertia), y fue, más un movimiento especulativo bursatil que el estrellato de muchos pequeños negocios tecnológicos (alguno había) entre otras cosas porque había que saber hacer algo (aunque fuera un "portal" como se decía entonces).
    Lo que popularizó la figura del emprendedor que no sabe hacer "rien de rien" (me chiva el guaje, ya que, pese a los infundios, soy anglófilo) fue, insisto, la burbuja inmobiliaria...

    ResponderEliminar
  5. que tiempos aquellos de TERRA...

    si mariano no impulsa otra vez el DESESPERO apañaos estamos...yo creo que si...que lo hara...y quiza ( bueno es un pensamiento que tengo.. ) ya lo dire despues de la reunion de esta semana...hay que mantener el misterio..jeje.. :)

    ResponderEliminar
  6. El significado de la palabra emprendedor está muy claramente definida en el diccionario de la RAE.No entiendo qué es lo que no te gusta de su definición.Bueno, sinceramente: después de los juicios estéticos y sicológicos que haces de una persona, asociándola a esa palabra, está claro que no entiendes otra forma de ver una sociedad que no sea la de un Estado que nos establece cómo debemos de organizarnos, cómo debemos de pensar, cómo nos tienen que dirigir...
    Emprendedores son el más del 80% de PYMES españoles, además de las empresas más grandes, que con su actividad económica, posibilitan que todos los asalariados puedan aportar al Estado los recursos para poder llegar donde la iniciativa privada no llegará nunca.
    Por cierto..tuve la fortuna de conocer (como cosnocían algunos) a algunas chicas rubias de bote que no eran del PP....lo cuál, me importaba un pito...

    ResponderEliminar
  7. Emprendedores son amigos que han acabado profesiones relacionadas con la imágen y el sonido y se tienen que joder, porque pese a que lo intentan, no pueden competir con televisiones autonómicas y nacionales en las que los criterios no son ni económicos,técnicos o culturales, sino políticos.
    Puedes criticar a los emprendeores corruptos,dehonestos, tramposos...pero no por ser emprendedores, sino por ser corruptos, deshonestos o tramposos. No metas en el mismo saco a todos....es una pena

    ResponderEliminar
  8. Y por cierto, lo que dijo esa rubia de bote parece que es bastante cierto si ves el puesto que ocupa España en el índice que representa la dificultad para emprender algo....
    Me viene a la cabeza, ajjaj, aquello de Martes y trece: No todas las feas vamos a ser listas...

    ResponderEliminar
  9. ¡Pues na' chavea!... ¡Libertad de elección! (¡y libertad de expresión, kupó!) Tú te quedas con tus emprendedores y yo con mi zapatero, carnicero, peluquera, dentista... Eso sí, luego no te me quejes si te fríen una camisa o te planchan un güevo (o los dos en la corporación dermoestética).
    Lo de las rubias es pura envidia... En mi familia somos todos morenos, además de bajitos, con bigote y estar siempre cabreados...¡Es que somos españoles, qué le vamos a hacer!
    ¡Por mí no te cortes, anda! ¡Hazte emprendedor! Pero antes estudia "argo" y que no sea LADE, que eso, sin un papá que te ponga pasta para un negocio o sin negocio ya montado, creo que no vae pa'na'...

    ResponderEliminar
  10. Gracias por el consejo referente al estudio, pero ya lo he hecho. Entiendo que gente que nunca haya tenido que buscarse él mismo la vida fuera de un sueldo de la admón. pública descalifique el significado de la palabra emprendedor.Y a los que dices que son tus zapateros, carniceros y peluqueros, tb son mis zapateros, carniceros y peluqueros....todos ellos emprendedores....
    En mi familia hay de todo, rubios, morenos, castaños....es que tb somos españoles.Ah, tb guapos y feos....Yo en eso tuve suerte...

    ResponderEliminar
  11. También es un emprendedor la gente que decide cambiar su vida y establecerse en un pueblo e intentar vivir consecuentemente a su filosofía de vida.
    Como fueron emprendedores muchos de los emigrantes que se fueron a buscar la vida fuera de sus lugares de origen.
    Identificar esa palabra a algo negativo sólo le veo sentido desde una postura tan ideologizada, que no permite observar la realidad con un mínimo de perspectiva y de sentido común.

    ResponderEliminar
  12. ¡mmmmmmmmmmmmmmmmmm!... ¡Ya, la ideología! ¡Qué mala es!¡Cuánto mejor viviríamos sin ella!...
    aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! Lo de los funcionarios. El día del sorteo de navidad, rifan las plazas.¡Qué suerte tienen los cabrones a los que les toca un sueldo para toda la vida!Y eso si no son hijos de funcionarios del régimen franquista y han herededado la plaza...¡ya!
    Ehhhhhhhhhhhhhhhh... "La peculiaridad de la relación consistía en mantenerla oculta de Delópulos. Ella no quería enfrentarse a su padre, y Petratos no quería enemistarse con su jefe. La miro y pienso en Katerina. Sea abogada o fiscal en el futuro, va a necesitar como mínimo diez años para labrarse una carrera. Mientras que ésta, a sus veinticinco años, tiene una galería por gentileza de su papi, se las da de lista y, encima, lo engaña"
    ¡Hostia, una emprendedora!

    ResponderEliminar
  13. Antonio, y perdona que no ponga mi nombre...lo he intentado y no soy capaz. No me malinterpretes.No tengo nada en contra de los funcionarios.Es obvio que su buen hacer es necesario, imprescindible.Entre ellos ( yo lo fuí y me he ido a la empresa privada) los he conocido excelentes, regulares, corruptos...vamos, como en todos los colectivos. Denigrar el concepto de emprendedor,es lo que no logro entender.Como denigrar el de funcionario.Es muy difícil comprender lo difícil que es buscarse la vida, cuando tienes una paga mensual garantizada. Lo único que pido es un poco de respeto para todos los emprendedores que honestamente buscan una forma de ganarse la vida honradamente y que tan difícil se les está poniendo en este país.
    Y repito....trepas, deshonestos, sinverguenzas, corruptos, ineptos, los hay tanto en el sector público y en el privado.
    El problema no son las ideologías. El problema es pensar que una ideología concreta es capaz de interpretar la realidad....y con ella intentar transformarla.Porque habrá otra que pretenderá lo mismo, y otra y otra....Lo cuál a mi me lleva a pensar, que la mejor opción es buscar el intercambio de ideas.Esta búsqueda es imposible desde planteamientos sectarios y dogmáticos, a mi entender.

    ResponderEliminar
  14. ATM: en lo de la rima tienes razón.

    A ver, supongo que todo depende de lo que se entiende por emprendedor.

    En efecto, empresario es otra cosa y, casualmente, creo que a mi me define mas esa palabra, puesto que al fin y al cabo yo heredé algo que funcionaba, que ya estaba creado y le he metido trabajo para sacarlo adelante, optimizarlo, etc. etc.

    El emprendedor es otra cosa. La función del emprendedor es eminentemente creativa, no incurre en apenas costes. En cierta manera crea algo de la nada. Me expico,

    El emprendedor lo que hace fundamentalmente es coordinar a otros agentes. ¿Como lo hace?. El emprendedor identifica una descoordinación entre digamos A y B (A fabrica zapatillas de mas y B necesita zapatillas y no las encuentra). Esa simple identificación provoca una oportunidad de beneficio para A, B y, por supuesto el emprendedor quien se llevará una parte.

    Por supuesto existen formas perversas de practicar el emprendimiento, por ejemplo, aprovechándose del poder distorsionador del Estado para descoordinar y coordinar a los agentes a placer.

    Si el emprendimiento se realiza en condiciones de libertad es beneficioso para todo el mundo.

    Es mucho más meritorio ser emprendedor que empresario. Crear algo de donde no hay nada tiene un ratio mejor que multiplicar por el número que quieras.

    Por cierto que se puede ser emprendedor en muchos campos aparte del económico, como sin ir mas lejos en el científico. Aunque allí también hay emprendedores trileros como los del T-CAT, según tu hermano.

    ResponderEliminar
  15. Desde luego, el emprendimiento es beneficioso y, de hecho, supone la mayor parte del empleo de este país ya que la mayoría de las PYMES surgen del emprendimiento y este incluye desde el que tiene el simple objetivo de lanzar una empresa que cubra un hueco desatendido pasando por el que lanza una idea con el objetivo de transformala en una gran empresa poniendo toda la pasión y energía necesarias y llegando al fontanero, carnicero o zapatero que se establece por su cuenta y, por cierto, la mayoría de éstos lo hacen tras pasar una temporadita asalariados y darse cuenta de que pueden perfectamente hacer lo suyo y lo de sus jefes y así evitar que les roben la plusvalía, por lo que, en cierta forma, este tipo de emprendimiento y atomización es una especie de revolución de corte marxista.

    Por otro lado están los emprendedores salvajes, los que, en realidad, no están asociados a profesión alguna ni sienten pasión por nada mas que el dinero. Estos suelen definirse a sí mismos simplemente como "emprendedores" (aunque no todos los que así se definen caen en este saco, sino que muchos han picado en la moda).

    Este tipo de emprendedores, generalmente, no tiene ni un oficio ni una idea y suele tirar del talento y las ideas de otros, bien integrando al que la tiene o bien copiándola directamente, pero lo mismo les da algo relacionado con la alta tecnología, la distribución, la producción energética o la fabricación de chicles. Estos emprendedores lo que buscan es precisamente lo que comenta Hank el multiplicador del valor, al margen del producto o servicio que puedan prestar e, incluso, de la viabilidad de la compañía a largo plazo y el único objetivo es lanzar algo, inflarlo rodeándolo de mucha cancamusa, embaucar por el camino a otro tipo de inversores sin olvidar todo tipo de subvenciones para durar lo suficiente como para vender la empresa a un tonto mayor y largarse de ella antes de tener que gestionarla como un empresario de verdad.

    Si, por el contrario, la cosa no sale bien en el plazo estimado y hay que empezar a arremangarse, no dudarán en ser ellos mismos quienes den carpetazo y dejen colgados a todos los embaucados, incluídos empleados (el que tuvo la idea también), accionistas y créditos por devolver.

    Esto no quiere decir que estos tipos no tengan un talento propio, aunque su talento se parece más al de Mr. Ripley.

    ResponderEliminar
  16. Efectivamente dmc runner.....la viña es muuuy amplia.No se puede juzgar el todo por una parte, que no por ser cierta, es suficiente para juzgar al todo.

    ResponderEliminar