"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

lunes, 11 de octubre de 2010

Ghost writer y II

         La novela sigue hasta finales de 2.007 en que la economía mundial se desploma. La mano neoliberal que mece la cuna de Moncloa y Ferraz, mira a Bush y a sus economistas para ver como se desatasca el desagüe (“rebate”, ayudas a la banca, incentivo al consumo...). Nada. 


           Se empieza a trazar el Plan B: mantener a toda costa las tres líneas, que ya suponen un saldo favorable a cualquier liberal, y mirar para otro lado. 


            Y esto es precisamente lo que sucede hasta la primavera del 2.010, donde por presiones del resto de la "basca" neoliberal europea y mundial se pasa al Plan C que consiste en otras dos líneas, un escenario y, esto es importante, un corolario derivado de lo anterior, especialmente del escenario


          Primera línea.- Mantener las conquistas neoliberales en política económica: nada de reforma fiscal, aumento de ingresos sólo lo necesario para mantener el equilibrio presupuestario "en el año" como proponía Aznar y no "en el ciclo" como proponía Keynes, y por supuesto, con impuestos regresivos, como los impuestos al consumo. 


           Segunda línea.- Recortar todos los gastos, sean del tipo que sean (obra pública, gasto social, I+D...), para conseguir el equilibrio presupuestario en el año conforme con la primera línea. 


            Escenario.- De la crisis no se sabe cuándo saldremos, pero en 2.012 gobernará el PP. 


          Corolario.- En consecuencia con todo ello, teniendo en cuenta que quién gobierna en el PSOE (y en el Gobierno) es la derecha neoliberal (que recordemos, nunca, NUNCA, pone todos los huevos en la misma cesta, sino que por el contrario, prende una vela a dios (el PP) y otra al diablo (PSOE) y que, desde el 35º Congreso, esa derecha controla al PP y al PSOE plantea lo siguiente: que el Gobierno en presencia realice, además y "de gratis" todas las demás reformas que gustan a los neoliberales, lo que supone desmontar el Estado de Bienestar, reformas que, por cierto, a los "mercados internacionales" se las "refanfinflan" porque con tal de cobrar sus préstamos, lo demás les da igual.


           En este plan C es en el que nos encontramos a estas alturas de la “película” digo novela. Pero lo sucedido en las primarias de Madrid da un nuevo giro argumental: podría haber una versión C2 del Plan: en 2.012 gana las elecciones y gobierna el PSOE, pero con otro candidato.


            A ZP sólo se le echa “con agua hirviendo”. Ese agua hirviendo podría ser la pérdida de CUATRO elecciones: las primarias de Madrid, las catalanas, las autonómicas y municipales de 2.011 y las andaluzas. En ese escenario, viendo la que se le avecina, podría retirarse para quedar “invictus”, sin haber sido derrotado en un proceso electoral, por encima incluso de su odiado y a la vez envidiado Aznar, que perdió elecciones contra González. Zapatero no, Zapatero quedaría todavía mejor: nunca perdió nada, los que perdieron fueron los demás, sus inútiles compañeros de partido.


             El suspense en este momento del libro está en saber si el sucesor de ZP será también, como él, un neoliberal. El “prota” de este capítulo, Gómez no nos despeja las dudas: es verdad que frente a la Trini, parecía “más del pueblo llano”, “más de izquierdas”(*); pero, después de todo, el “Gran Timonel” le puso ahí, y la sombra de la “vieja guardia felipista” es alargada... Ya veremos.


               En cualquier caso tampoco habrá un “happy end” si tenemos otro ZP en Moncloa en 2.012, habiendo hecho el actual el trabajo sucio, “de zapa” neoliberal, para que no se desgaste. Lo que los lectores (ingenuos) esperamos es un plan I: que el PSOE y sus dirigentes vuelvan a la izquierda y que “desfagan” todos los entuertos en que este “quijotillo de avellaneda” nos ha metido sirviendo a su señor, el mercado.


           Por menos que esto Blair tuvo que pasar los “trastes” a Brown mientras Polanski le montaba una película sobre “submarinos”, traidores y traición, que da título a este post(**). Pero ¡claro! Aquello es otro tipo de democracia, no lo de aquí...


(*) Era curioso ver los figurantes que aparecían en las comparecencias después de la batalla: Trini arropada por Zerolo y por la “genovesa”; mientras que en la partida de Tomás, todo parecía más “de barrio”, como si estuviéramos viendo la serie “Pelotas F.C.”: ¡si hasta estaban brindando con sidra “El Gaitero”!


(**) Un guiño para destrozar la “peli” a los que no la han visto aún: ¡a ver si la culpable de todo va a ser Sonsoles!

2 comentarios:

  1. Francamente, concederle a Rodríguez (alias ZP) una ideología económica me parece extremadamente generoso hacia él. Rodríguez no es tonto, ni es Bambi, ni es un infiltrado neocon con un plan económico estratégico neoliberal, es un individuo que ha consagrado su vida a llegar al poder, con un convencimiento mesiánico en sus propias habilidades basadas en la pura intuición y una ignorancia supina sobre cómo funciona (o debería funcionar) la economía y el país.

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  2. Después de todo, Rodríguez era sólo un "mirlo blanco" (o "pato mareado") como decía en mi anterior post: ¿o es que debemos creer que un elemento tan "romo" haya llegado por méritos propios a presidir Partido y Gobierno? Ha llegado "empujado" por otros (MAFO, Taguas, Sevilla, Sebastián y así hasta los cien mil hijos de San Luis, que con el control de natalidad y se han quedado en cien economistas...) que de tontos no tienen un pelo.

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